Gestión

Cómo informar a los empleados de la venta de una empresa

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Vender una empresa es una de las decisiones más trascendentales que un dueño puede tomar. Este proceso implica mucho más que números y contratos: también se trata de las personas que forman parte de la organización, desde los empleados en la primera línea hasta los ejecutivos y el equipo directivo. Ellos son los que han creado el valor del negocio y su implicación en el proceso de venta debe gestionarse de manera cuidadosa y discreta. Comunicar correctamente la venta a los empleados es fundamental para asegurar una transición suave y mantener la integridad de la empresa. A continuación, exploramos cómo abordar este desafío de la mejor manera posible.

Antes de la venta: Mantener silencio

Una de las primeras preguntas que surge cuando un propietario decide vender su negocio es: ¿cuándo debe informar a los empleados? La respuesta es clara: no hasta que la venta sea definitiva y el comprador haya tomado posesión oficial. Este es el principio número uno. Hasta que la transacción se haya completado, solo el propietario, su equipo de transición y, posiblemente, un miembro crítico del equipo deben estar al tanto.

Revelar esta información de manera prematura puede tener consecuencias adversas. Los empleados podrían entrar en pánico y asumir que la venta significa que el negocio está fracasando, o que podrían perder sus empleos. Esto podría llevarlos a renunciar antes de que se finalice la venta, lo que afectaría el valor de la empresa. Además, el vendedor debe garantizar al comprador que el personal sigue en buena posición. Si los empleados empiezan a irse, el comprador podría ver esto como una falsedad o representación inexacta y, como resultado, la transacción podría complicarse o incluso fracasar.

Otro riesgo es que los empleados, al enterarse del valor que tienen en la venta, podrían exigir compensaciones adicionales, como bonos o aumentos salariales, para permanecer en la empresa. Esto no solo afectaría la rentabilidad de la empresa, sino que podría crear un ambiente incómodo donde la venta pareciera estar siendo «secuestrada» por estas demandas.

Mantener la confidencialidad

En muchas empresas, la información suele filtrarse con facilidad, y en ocasiones el dueño es el último en enterarse de lo que sucede en su propio negocio. Por lo tanto, mantener la confidencialidad es crucial para evitar filtraciones prematuras. Muchos propietarios cometen el error de intentar manejar todo por sí mismos sin buscar asesoramiento profesional. Para evitar problemas, es recomendable mantener una lista muy reducida de personas que conozcan los detalles de la venta, formando un equipo de asesores experimentados que garanticen la discreción y protejan la información sensible relacionada con las operaciones de la empresa, los clientes y los empleados.

En ocasiones, puede ser necesario informar a un empleado clave, como el director ejecutivo o un vendedor principal, sobre la venta antes de que se haga pública. Esto debe hacerse como último paso en el proceso de diligencia debida, asegurándose de que todo se maneje bajo estrictos acuerdos de confidencialidad.

Si a pesar de los esfuerzos, alguien descubre el proceso de venta, la respuesta dependerá de en qué etapa se encuentre. Si es muy temprano, se puede hablar de explorar alianzas o considerar ofertas, sin necesidad de ser muy específico. En caso de que las estrategias no funcionen y los rumores se intensifiquen, puede ser necesario ser más transparente y solicitar la firma de acuerdos de no divulgación (NDA) para proteger la información.

Anunciar la Venta

Una vez que la venta es definitiva, la comunicación debe ser estratégica y enfocarse en los aspectos positivos. Si se ha manejado la transición de manera proactiva, no debería haber problemas para presentar la venta como una buena noticia, ya que lo será: el propietario puede estar jubilándose y ha encontrado a la persona adecuada para continuar con su legado, o puede que otros cambios de vida lo estén llevando en nuevas direcciones. El nuevo propietario podría representar una oportunidad para llevar la empresa al siguiente nivel.

Es recomendable comenzar informando primero al equipo de gestión, proporcionándoles puntos clave para ayudar a sus equipos a navegar la transición. Luego, se debe realizar una reunión con todo el equipo, donde estén presentes tanto el vendedor como el comprador. En esta ocasión, es importante celebrar el evento, agradecer al personal por su trabajo (que atrajo al comprador perfecto) y resaltar las oportunidades que el nuevo propietario traerá consigo.

En empresas más pequeñas, puede ser útil realizar reuniones individuales con cada empleado para abordar sus preocupaciones y preguntas de manera personalizada. Uno de los primeros temas que probablemente surgirán es si el nuevo propietario despedirá a empleados o implementará cambios significativos. En las pequeñas y medianas empresas, los despidos suelen ser poco frecuentes, ya que los compradores generalmente buscan retener al personal que ha sido fundamental para el éxito del negocio.

Transición y Capacitación

Después de la venta, generalmente el vendedor permanece por un tiempo para capacitar al nuevo propietario en las operaciones del negocio. Este período de transición puede durar hasta un año, dependiendo de la complejidad del negocio. Para los empleados, esto puede verse como una oportunidad para demostrar su valor ante los nuevos propietarios.

Es recomendable que los nuevos propietarios eviten realizar cambios significativos durante los primeros seis meses. Mantener la estabilidad permite que los empleados se adapten a la nueva propiedad sin estrés adicional. Pequeños cambios positivos, como la introducción de nuevos beneficios, pueden ayudar a generar confianza.

Durante la transición, es fundamental tener una política de puertas abiertas. Esto permite que los empleados expresen sus inquietudes y se sientan escuchados, lo que refuerza la confianza y previene que los problemas menores se conviertan en problemas mayores.

Confianza en el Equipo

Las personas son uno de los principales impulsores del valor en una empresa de tamaño pequeño o mediano, y esto se mantiene en el contexto de una venta. Contar con un equipo sólido y demostrar su valor a través de una documentación y un reporte adecuados puede mejorar significativamente el valor de una empresa. Planificar y gestionar cuidadosamente la transición asegura un proceso más fluido y preserva la integridad y el rendimiento de la compañía.

En resumen, la preparación cuidadosa, una comunicación estratégica y contar con una orientación profesional son las claves para apoyar exitosamente al personal durante la venta de una empresa.

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